Jeju, a la hora de comer

 recién llegado a Jeju-Do

la gran isla volcánica

cerca de puerto se ven estas estampas

procesadoras y secadoras de pescado

así tal cual, sobre una malla y al aire fresco y contaminado...

en las puertas de los restaurantes 

se oferta pescado fresco

más que fresco, vivo

en grandes peceras, listo para servir

a suerte o verdad arriesgo a comer

en un pequeño local, inteligible,

suerte que tienen "english menu"

hoy toca probar una sopa fría, con hielo...

Jari-Mulhoe;

Sopa fría con pez coral crudo y verduras,

muy sabroso, con muchas espinas, y algo picante,

muy refrescante para los calores veraniegos.

Y como siempre acompañado  de arroz

y kimchi, que no puede faltar.

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Ferry de Wando a Jeju-do

de isla a isla y tira por que me toca

Wando y Sin-ri unidos por largo puente

en este pequeño ferry nos transportamos

con muchos compatriotas y turistas

las típicas poses "corean-style"

ondeando al viento del veloz ferry

en la trasera del aparato, resguardados del viento

multitud de islas e islotes se ocultan en las nubes

más fotos para el recuerdo

y los motores que no paran de rugir

cada cual se entretiene como puede

observando el horizonte y el transcurrir de las aguas

se calma la marcha, ya se divisa puerto

algunas miradas esperanzadoras 

en la bocana del puerto juegan al tetris de espigón 

la última foto para difundir mi social-net

y ya todos listos para bajar a tierra.

Hemos llegado a otra isla; 

Jeju-Do

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una tarde pescando; la cena.

el paseo de la tarde

por Donggo-ri

termina en un pequeño espigón

con un grupo de ávidos pescadores

que se afanan en robar peces del mar

con fuertes tirones de caña

largos lanzamientos

una tras otra, se llenan las neveras

una de esas presas terminara en nuestra parrilla

orgulloso posa el pescador

que al final nos ofrenda una similar captura

que asaremos en la barbacoa 

de la terraza del minbak donde reposamos.

Gran cena improvisada.

Reunión social en Donggo-ri; Soju con pepino

Al regresar de un paseo

viendo los criaderos de peces

los pescadores, y recolectoras marítimas

en estos sombrajos

sembrados por el país

nos encontramos a un simpático grupo

que nos reclaman e invitan a

un trozo de fresco pepino

y un vasito de licor de arroz; "Soju"

el señor de la voz cantante

que habla y nos comenta

cosas que no llegamos a entender

pero podemos intuir con la imaginación

 

unas ríen simpáticas

a los comentarios

y otros atienden observadores

a los desconocidos

un grupo tranquilo

cada uno a lo suyo

uno repartiendo trozos de pepino fresco

y el señor hablador, botella en mano

repartiendo tragos

para entonar la tarde.

~

Esto solo puede suceder 

al perderse tres viajeros

por Donggo-ri

una pequeña aldea

en una pequeña isla

al sur de Corea del Sur.

~

Un mar negro, de criadores de lenguados

Paseando por las islas
descubrir  un mar de mallas negras
parece Almeria
pero dentro crían lenguados

dentro piscinas con movimientos de aguas

y aplanados seres que se mueven ante nuestra presencia

grandes y frescas son las carpas

con potentes instalaciones para su mantenimiento

las naves malladas en negro se extienden en cada rincón

con lejanas vistas de vecinas islas algo más habitadas

otros habitantes construyen en el entorno grandes telas

y claro queda el rótulo, aunque no sea por su texto

graciosas estampas se producen

del trabajo rutinario

y los grandes movimientos de aguas,

a las aguas tornan como vinieron.

ricos lenguados que luego comeremos

en sasimis, kimbaps y otros guisos.

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Aldea isleña de algueras y pescadores

En la misma isla, nos cambiamos de aldea

al otro extremo, más tranquilo e inóspito

un pueblito con curiosos rincones y repletos de algas secando

una rocosa costa repintada de verdes algas

con muchas mallas al sol para secar las largas algas

a lo lejos se divisan las otras islas de la zona

y algún pescador en sus pequeñas barcas haciendo la faena

por cualquier rincón se secan las cultivadas algas

y las mallas de colores y viejas redes las protegen de los vientos

también zona de cultivo de conchas en extraños pantalanes

y unas amigables señoras en su faena

con otra variedad de alga

no paran en su que hacer, sorprendidas por los curiosos fotógrafos

otras aldeas cercanas con mismos propósitos

y no puede faltar el glamur al protegerse del sol

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