sábado, 6 de agosto de 2011

primer día, agobio de Delhi.


Namaste.

Nada más salir por la puerta del Airport
encontrar cara conocida que se dirige hacia mi.
Curiosamente acude con unos amigos de Delhi
en taxi privado, que iban a recoger otra gente que no aparece,
así que podemos aprovechar el viaje de vuelta.


La ciudad enorme, el caos circulatorio muy controlado.
Nos dejan cerca de un bazar popular, y desayunamos unos mangos
y posteriormente un Té "chai", leche, te y especias.
El acoso de los captadores turísticos es incesante
y cuesta quitárselos de encima.
El día plomizo y mientras cambio dinero en el banco
estalla el diluvio, un rato refugiados en el porche.


Nos movemos en metro, control de seguridad,
escaneo de mochilas y leve cacheo a la entrada.
Otro agobio, vagones a rebosar, inamovibles en las puertas.
Después de dejar pasar unos cuantos,
nos desplazamos cerca de la estación de autobuses "ISBT"
Unos señores muy amables nos venden unos billetes,
un viaje en litera para dos, así podremos dormir,
7h. por delante para llegar a Dehradum.
Una breve parada para comer algo y comprar agua.
Y de nuevo al bus, que empieza a dar síntomas de cansancio.
Al final se rompe, dejándonos tirados a unos 50km del destino.


Nos devuelven algo de dinero que servirá para pagar el 4x4
que nos lleva, con otros lugareños al destino casi final, Dehradum.
Viaje nocturno, apretados y con muchos baches.
Una vez llegados a la ciudad, decidimos buscar alojamiento,
ya que llegaríamos muy tarde a Navdanya, la granja final.


Negociar con un Vikram (minibus local)
que nos conduce a la colonia tibetana, un Guest Hostel
muy majo regentado por los monjes, y un baño con deseada ducha.
Por la mañana aprovecharemos para ver la colonia y el templo tibetano.

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