desde Wando, tranquilo ambiente sureño
nos acercamos a Sin-ri, pequeña aldea
con grande grande, bastante turística pero local
llegamos de noche y cena con estas vistas
por la mañana paseito playero
como otras gentes coreanas
acompañado de otros seres vivos
y otros que no tan vivos ya
una playa que está repleta de cadáveres esquisitos
accediende de entre estas casas,y con semejantes vistas
las paseantas nacionales forradas contra el sol
solo verlas produce asfixia, pero se cuidan la piel.
un refrescante baño y nadada hasta las boyas
y nunca vi tan de cerca una ola
pena de agua turbia.
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